viernes, 9 de noviembre de 2018

trabajo 4 DESARROLLO DE LA HABILIDAD EMPRENDEDORA

DESARROLLO DE LA HABILIDAD EMPRENDEDORA

Por: Noel Chama Tejeda.


El emprendimiento viene determinado por una serie de valores y capacidades que pueden enseñarse y aprenderse dentro del entorno educativo como la creatividad, la innovación, el liderazgo, la autonomía personal, la cooperación y el trabajo en equipo o la responsabilidad social.



Tipos de emprendimiento:

Dado que la iniciativa emprendedora puede darse en cualquier ámbito de la vida, para facilitar la compresión de las múltiples facetas del emprendimiento, distinguimos cuatro ámbitos del emprendimiento:



Emprendimiento creativo-cultural:  Es aquel tipo de emprendimiento que manifiesta el espíritu emprendedor a través del fomento de la iniciativa, creatividad y capacidad para poner en marcha cambios en el entorno cultural.

Emprendimiento Participativo:  Es aquel tipo de emprendimiento que fomenta la cooperación entre los miembros de una comunidad para desarrollar un territorio a nivel social y económico, proponer ajustes o cambios en la ordenación de recursos, regulación medioambiental, reformas legislativas o política, u otro objetivo con carácter comunitario.

Emprendimiento Social: Es aquel tipo de emprendimiento donde la idea innovadora se dirige a la realización de un cambio social profundo y duradero, y que incorpora la capacitación de personas y organización de recursos para la consecución de dicho cambio.

Emprendimiento Empresarial: Es aquel tipo de emprendimiento que detectando una oportunidad de negocio en el mercado tiene como objetivo la generación de riqueza. Ejemplo: una panadería, una tienda on line, un taller mecánico, etc.

Por tanto, podemos deducir que, una persona emprendedora es aquella que tiene la capacidad de generar una idea que convierte en proyecto para seguidamente llevarlo a cabo, asumiendo los riesgos inherentes a su puesta en marcha.


Tiene desarrolladas capacidades como la planificación, la organización, la gestión, el liderazgo y la delegación, el análisis, la comunicación, así como pericia para trabajar tanto individualmente como en equipos. El emprendimiento supone trabajar habilidades como la responsabilidad, el compromiso, el esfuerzo, la dedicación, la perseverancia y el espíritu de trabajo.

La actitud emprendedora puede entrenarse y potenciarse desde la enseñanza y la educación de ciertas cualidades y habilidades:



Desde la óptica de las cualidades personales, el espíritu emprendedor supone desarrollar la autoconfianza y la motivación para emprender algo. Aprender a pensar con sentido crítico y habilidad para aprender por uno/a mismo/a.



Resultado de imagen para habilidades emprendedorasEsta área conlleva el desarrollo de actitudes de cooperación y de trabajo en grupo y aprender a asumir nuevos roles en una sociedad cambiante. También significa capacidad para dirigir equipos y reuniones para el logro de objetivos.

12 habilidades básicas que todo emprendedor debe adquirir y desarrollar:


1. Comercial
Tomando en cuenta que el propósito básico de los negocios es el comercial, la habilidad para vender es indispensable para el emprendedor. Cualquier persona es capaz de comprar y, definitivamente, es más sencillo ser empleado que empleador. Es por eso que hay menos emprendedores que compradores o empleados, porque no todos desarrollan la habilidad y la visión de las ventas.

2. Marketing
Un buen vendedor sabe dónde y cómo da a conocer sus productos o servicios en el mercado. Quien tiene habilidades para marketing sabe cómo crear interés en lo que ofrece. Incluso llega un momento en la vida de su negocio que no necesita hablar de sí mismo, de su empresa ni de su producto o servicio, porque ha desplegado tan bien sus habilidades de publicidad, que otros lo conocerán y encontrarán antes de que salga a buscarlos.

3. Desarrollo de productos y servicios
Quien va siempre un paso adelante en el desarrollo de sus productos y servicios, es porque planifica constantemente las mejoras, piensa en nuevas fuentes de ingreso y amplía sus propuestas. Un emprendedor con esta habilidad es organizado, pues se establece metas claras y agendadas.


4. Gestión óptima del tiempo

La organización no es sólo un hábito conveniente, sino una habilidad necesaria. Todo emprendedor sabe que el tiempo con el que cuenta es limitado y por eso lo maneja según sus prioridades y no se dejan llevar por trivialidades. Dado que no lo puede recuperar, lo aprovecha al máximo. El tiempo es más escaso que el oro y para los emprendedores es uno de los mayores activos.

5. Habilidad para hablar en público
Es una habilidad básica para todo profesionista e imprescindible para el emprendedor. Es fundamental presentarse y desenvolverse ante una audiencia de pocos o de muchos. Dado que el emprendedor es una persona que influye en otras, requiere practicar y entrenarse en la habilidad de comunicarse correcta y eficazmente.

6. Habilidades para la comunicación interpersonal
El emprendedor es una persona pública, es decir, de relaciones y contactos. Es por eso que debe desarrollar la habilidad de tratar con otros, no para obtener inmediatamente lo que se busca de ellas, sino para escucharlas y atenderlas también. Se ha de tomar en cuenta que esta habilidad no sólo se dirige a interactuar con otros empresarios, sino también con empleados de todos los niveles y con los clientes.

7. Informática e Internet
No basta con saber cómo crear archivos de texto, presentaciones o una hoja de cálculo. Cualquier negocio o empresa crece también en la medida en que adopte sistemas de informática cada vez más avanzados. Este desarrollo de conocimiento y adopción de herramientas debe comenzar con la iniciativa del emprendedor por acercarse a ellas. En ocasiones es necesario contar con un consultor informático, pero no es una buena idea dejar todo en sus manos. Es necesario desarrollar estas habilidades.

8. Autoformación continua
La actualización continua no es un esfuerzo extra por parte del emprendedor, es una obligación. Quien no desarrolla nuevas habilidades ni adquiere nuevos conocimientos pronto dejará de comprender el mundo a su alrededor, sobre todo, el mundo de los negocios. No se trata de estudiar una nueva carrera profesional cada cinco años, sino de auto instruirse en diversas materias, por ejemplo, finanzas, mercadotecnia o administración a través de breves diplomados o especialidades.

9. inglés

 Un empresario debe ocuparse de desarrollar esta habilidad para comunicarse con empresarios de otras nacionalidades. Aún si no se trata de una empresa o negocio con giro internacional, mucho material de libros, sitios web o manuales se encuentra en este idioma. En general, es una competencia invaluable que no se debe pasar por alto por ningún motivo.

10. Actitud ganadora
No se refiere al estado emocional de la alegría ni al estado mental del optimismo. La actitud ganadora se relaciona más con la seguridad y la confianza en acción.

11. Metas
Establecer objetivos profesionales según tiempos y prioridades, es la clave para iniciar y reencaminar un negocio cuando es necesario. El plan de vida del emprendedor debe integrar claramente sus metas profesionales para alcanzar el éxito. Este plan y establecimiento de metas debe ser específico en cuanto a las estrategias y plazos.

12. Imaginación
La creatividad del emprendedor no radica en echar a volar su imaginación hacia objetivos que en ocasiones son inalcanzables. No se trata de soñar cuanto sea posible, aunque se vaya más allá de la realidad. Se trata de invertir tiempo para tener una visión amplia sobre el negocio y sobre su propia vida, para establecer los pasos que siguen para pasar al siguiente nivel.




¿Qué requiere para desarrollar estas habilidades?,
El elemento fundamental es compromiso. Un compromiso con el cambio, un compromiso con aprender, un compromiso con aplicar, un compromiso con abrirse a que existen nuevas y a lo mejor mejores formas de hacer lo que hoy se hace. 




viernes, 19 de octubre de 2018

tarea 3 FORMACIÓN DE CAPITAL HUMANO



Formación del capital humano.

Los sistemas de gestión de las organizaciones han evolucionado con un alto dinamismo en correspondencia con el desarrollo político, económico, social y tecnológico de la sociedad actual, así como con los cambios manifestados en el entorno en el que se desempeñan las organizaciones productivas y de servicios, inclusive las generadoras de conocimientos y tecnologías, las que para mantenerse, desarrollarse y avanzar hacia la competitividad, tienen que potenciar con eficiencia y visión de futuro, el capital tangible e intangible que poseen.
Resultado de imagen para formacion de capital humanoEsto implica que el contexto en que funcionaban las organizaciones ha desaparecido, lo que exige un cambio en correspondencia con las tendencias actuales en aspectos tales como: la forma de pensar y actuar, en la potenciación del capital humano, en lograr que este sea coherente con las condiciones actuales y lo suficientemente flexible para asimilar el futuro, en las estrategias organizacionáles de forma tal que contribuyan a que las organizaciones sean eficientes y eficaces, y capaces de enfrentarse a los nuevos retos del entorno.

Historia

El crecimiento económico es el aumento de la producción de bienes y servicios. Frecuentemente el crecimiento económico va acompañado de una mejora de las condiciones de vida, por ello muchas políticas económicas persiguen el crecimiento económico.
El crecimiento económico puede lograrse aumentando la cantidad de factores productivos (trabajo y capital físico), mejorando la calidad de dichos factores y/o aumentando la eficiencia con la que éstos se combinan en los procesos productivos. Los dos últimos objetivos se refieren al aumento o mejora del capital humano. El concepto de capital humano fue esbozado a mediados del siglo pasado a partir del estudio sociológico realizado por Theodore Schultz y Gary Becker.  
De acuerdo con el trabajo de estos autores y otros estudios posteriores, gran parte del crecimiento económico de las sociedades occidentales podía explicarse si se introducía una variable llamada capital humano, correlacionada con el nivel de formación especializada que tenían los agentes económicos o individuos de una sociedad.
Estos trabajos introdujeron en la política económica la noción de "inversión en capital humano", que supone, en definitiva, una mejora en la calidad del factor trabajo que puede contribuir al crecimiento económico por dos vías diferentes, aunque interrelacionadas:
1.     Aumentando la productividad de los factores productivos.
2.     Impulsando el progreso técnico y, por tanto, mejorando la eficiencia con la que éstos se combinan las personas.
La investigación sobre el capital humano empezó con la cuestión de por qué en las sociedades occidentales los obreros tenían una productividad más alta. La respuesta parecía ser que se debía a las diversas innovaciones tecnológicas que se habían llevado a cabo, pues para estos autores la automatización producida por estas innovaciones tecnológicas en la producción industrial provocaría un aumento de los puestos de trabajo intelectuales en detrimento de los puramente físicos, considerados como los de mayor riesgo para el trabajador.
Capital Humano:

La gestión del capital humano es un elemento fundamental en el desarrollo de las organizaciones empresariales, siendo necesaria una visión estratégica de la misma, que permita mejoras en la competitividad y calidad de los procesos (Valle y Aragón, 2004). En este sentido, las políticas y acciones formativas constituyen instrumentos esenciales para ello, en cuanto que moldean la personalidad de los individuos y desarrollan sus competencias (Andrés, 2005).
 Dicha afirmación es aún más importante para el caso de las sociedades cooperativas, en las que las personas ocupan un papel fundamental, estableciendo sus objetivos en base a las necesidades y circunstancias de sus miembros (Divar y Gadea, 2007).


Resultado de imagen para formacion de capital humanoParticular importancia para las organizaciones modernas tiene la formación y desarrollo del capital humano, que se ha convertido en un factor clave, debido a la tendencia del predominio del conocimiento como requisito fundamental para el éxito de estas, lo que exige a su vez del diseño, implementación e implantación de sistemas de gestión que garanticen el desarrollo de los procesos de formación en función del incremento de las competencias.
La función de personal deja de ser una actividad de organización, control o planificación y se convierte en una actividad de mediación, integración y coordinación entre los diferentes niveles de la empresa, así como de escucha, intervención y esfuerzo para comprender las expectativas, las necesidades y los sentimientos del personal (De la Calle y Ortiz de Urbina, 2004).

De esta forma, las organizaciones deben identificar, dotar, mantener y desarrollar a aquellas personas capaces de generar recursos y capacidades empresariales (Collis y Montomeri, 1995) que las sitúen en una posición ventajosa frente a sus competidores.
En otras palabras, los recursos humanos constituyen un valor intangible fundamental en el crecimiento económico de las organizaciones, y en la medida en que este valor sea poseído y controlado por la empresa, aumentará su subsistencia y competitividad. De esta forma, la formación constituye uno de los instrumentos que permite incrementar y desarrollar el capital humano, en cuanto que moldea la personalidad de los individuos, desarrolla sus capacidades intelectuales y les proporciona los conocimientos y habilidades adecuados (Andrés, 2005). Por todo ello constituye una necesidad, además de personal, moral y social, también de orden económico.

A continuación, se muestran algunas definiciones de autores sobre el término “formación”:
Autor
Definiciones
R. Buckley y Jim Caple (1991)
Formación:
Es un esfuerzo sistemático y planificado por modificar o
desarrollar el conocimiento, las técnicas y las actividades a
través del aprendizaje, conseguir la actuación adecuada de una
actividad o rango de actividades en el mundo es capacitar a un
individuo para que pueda realizar convenientemente un trabajo o
una tarea dada.
Del Pozo Delgado (1997)
Formación:
Es el término más usado en la mayoría de las empresas; su uso
implica que además de incidir en aspectos técnicos (destrezas y
conocimientos) influyen en actitudes, que deben ser compartidas
por todos los miembros de la empresa. Trata de mejorar de manera
más completa al individuo.
Fiol (1999)
Utiliza el término formación y enfatiza en la variante de
formación-acción como un proyecto que se utiliza para la
realización de trabajo individual o colectivo que los
participantes tienen que llevar a cabo en su empresa. Señala
entre las características básicas de este proyecto, que se
centra en el “saber”, el “saber hacer” y el “saber estar”.
FORMATUR (2001)
Formación y superación:
El primero abarca la preparación de personas con posibilidades
de ocupar posiciones de mando, pero que no ejerzan en la
actualidad como tales y que han adoptado modalidades: las
realizadas a solicitud de las entidades y las solicitadas por el
MINTUR. La superación actúa sobre mandos medios y superiores que
requieren completar y ampliar sus conocimientos para ejercer
mejor sus funciones o para ocupar puestos superiores.
Pineda Pilar, A (2002)
Formación:
Conjunto de actividades que tienen por objetivo esencialmente
asegurar la adquisición de capacidades prácticas, conocimientos
y actitudes necesarias para ocupar un empleo en una profesión,
función determinada en un grupo de profesiones en cualquier
sector de la actividad económica.
Vargas Zúñiga (2007)
  • Formación general:
    Es la que incluye una enseñanza que no es única o principalmente
    aplicable en el puesto de trabajo actual o futuro del trabajador
    en la empresa beneficiaria, sino que proporciona cualificaciones
    en su mayor parte transferibles a otras empresas o a otros
    ámbitos laborales.
  • Formación específica:
    Es la que incluye una enseñanza teórica y práctica aplicable
    directamente en el puesto de trabajo actual o futuro del
    trabajador en la empresa beneficiaria y que ofrece
    cualificaciones que no son transferibles, o sólo de forma muy
    restringida, a otras empresas o a otros ámbitos laborales.

Determinados especialistas como Sikula (1994), MAPESS (2005) y Gólcher (2006) asocian la capacitación con formación a los trabajadores de base, para contribuir a su desempeño actual y la formación con desarrollo a los directivos visto como la preparación e incremento de su potencial futuro. Esta diferenciación en lo relativo a su contenido, resulta una limitación ya que circunscribe los requerimientos de formación del personal no directivo a un corto plazo, mientras que cada vez más se hace necesaria la preparación proactiva de este tipo de personal.
El actual panorama de cambio conlleva a la creciente importancia del factor humano en los procesos productivos. Cada vez más, las tareas rutinarias y repetitivas quedarán relegadas a la máquina, y al factor humano se le va a exigir crecientes dosis de responsabilidad, autonomía, iniciativa, polivalencia y capacidad de razonamiento (Davis y Taylor, 1972).

Tabla 2: Conceptos de Capital Humano.
Autor
Concepto
Saint-Onge(1996)
Capacidades de los individuos para ofrecer soluciones a los
clientes.
Bontis(1998)
Conocimientos tácitos inherentes a los miembros de la
organización.
Roos et al.(1998)
  • Competencias (conocimientos, habilidades, talentos, y know-how de
    los empleados)
  • Actitud (capacidad de usar las competencias en beneficio de la
    organización) Agilidad intelectual (capacidad de transferir conocimientos)
Euroforum (1998)
Capacidades, habilidades, experiencias, que permiten a las
personas crear activos tangibles e intangibles, así como los
valores de la empresa, la cultura y su filosofía.
Euroforum (1999)
Capacidad de las personas y de los equipos humanos de generar
valor en la organización
Davenport (2000)
Formado por tres elementos: Capacidad de las personas,
comportamiento y esfuerzo.

Esto implica un adecuado nivel de preparación por parte del trabajador que de acuerdo con Gil (1998) tiene varios niveles:
  • Autonomía responsable, es decir, que el contenido, estructura y organización de los trabajos son tales que los individuos y grupos han de tener libertad para planificar, regular y controlar sus propios entornos.
  • Compromiso e iniciativa, para responder adecuadamente ante situaciones conflictivas, lo cual a su vez implica formarse continuamente en un amplio repertorio de respuestas.
  • Adaptabilidad, respondiendo con rapidez a las implantaciones de nuevos procesos y condiciones, o lo que es lo mismo, una constante autoactualización y desarrollo profesional.
  • Participación, es decir, integración y vinculación de la mano de obra, tanto en la comunicación con los diferentes agentes empresariales, como con la propia organización, especialmente en la planificación de los cambios en el sistema, de modo que estos puedan ser asumidos hasta sus últimas implicaciones.
Resultado de imagen para formacion de capital humanoEl proceso de formación y desarrollo de capital humano involucra el aprendizaje, la adquisición de conocimiento, habilidades y capacidades por parte de los recursos humanos.
Es de particular importancia para las organizaciones modernas la formación y desarrollo del capital humano, que se ha convertido en un factor clave, debido a la tendencia del predominio del conocimiento como requisito fundamental para el éxito de estas, lo que exige a su vez del diseño, implementación e implantación de sistemas de gestión que garanticen el desarrollo de los procesos de formación en función del incremento de las competencias (de las cuales forma parte el conocimiento) de las personas que se desempeñan en las organizaciones.

Aquellas empresas que sean capaces de modificar sus hábitos, en cuanto a elección y formación de empleados, aplicación de la Inteligencia Emocional e Inteligencia Espiritual, desarrollo de nuevos paradigmas, nuevas soluciones, salarios, elementos motivacionales y demás características, sólo entonces, podemos prever que la empresa continuará con su andadura permitiendo así, su crecimiento, su expansión, su productividad y por lo tanto, ampliar así su rentabilidad y eficiencia.

Conclusiones
En cuanto a los beneficios de la formación de los RR-HH en las empresas, permiten, entre otros, destacar:
  • Logro de objetivos, medidos en relación a la calidad de producto o servicio y del aumento de productividad. Aumenta la perspectiva estratégica.
  • Aumento de recursos por una mayor participación en el mercado, el establecimiento de nuevos mercados y el aumento de la versatilidad del empleado.
  • Satisfacción del cliente, que resulta de la disminución de las quejas, el ajuste de los tiempos de entrega/atención y la percepción de la imagen de la empresa.
  • Mejoras en los procesos internos, que surgen de la cohesión como grupo, altos estándares de supervisión, divisiones mínimas entre los departamentos y el establecimiento de objetivos realistas y tangibles en las distintas áreas.
  • Garantizar una gestión continua de la formación y procesos participativos más exitosos. Permite mejor adaptabilidad al cambio.
  • Evita rotación de personal y consigue retener los talentos. Motiva cuando no es impositiva, sino participativa. Garantiza mejor desempeño y la competitividad organizacional e individual.