Formación del capital humano.
Los sistemas de gestión de las
organizaciones han evolucionado con un alto dinamismo en correspondencia con el
desarrollo político, económico, social y tecnológico de la sociedad actual, así
como con los cambios manifestados en el entorno en el que se desempeñan las
organizaciones productivas y de servicios, inclusive las generadoras de
conocimientos y tecnologías, las que para mantenerse, desarrollarse y avanzar
hacia la competitividad, tienen que potenciar con eficiencia y visión de
futuro, el capital tangible e
intangible que poseen.
Esto implica que el contexto en que funcionaban las organizaciones ha
desaparecido, lo que exige un cambio en correspondencia con las tendencias
actuales en aspectos tales como: la forma de pensar y actuar, en la
potenciación del capital humano, en lograr que este sea coherente con las
condiciones actuales y lo suficientemente flexible para asimilar el futuro, en
las estrategias organizacionáles de forma tal que contribuyan a que las organizaciones sean eficientes y eficaces,
y capaces de enfrentarse a los nuevos retos del entorno.
Historia
El crecimiento económico es el aumento de la producción de
bienes y servicios. Frecuentemente el crecimiento económico va acompañado de
una mejora de las condiciones de vida, por ello muchas políticas económicas
persiguen el crecimiento económico.
El crecimiento económico puede lograrse aumentando la cantidad de factores
productivos (trabajo y capital físico), mejorando la calidad de dichos factores
y/o aumentando la eficiencia con la que éstos se combinan en los procesos
productivos. Los dos últimos objetivos se refieren al aumento o mejora del
capital humano. El concepto de capital humano fue esbozado a mediados del siglo
pasado a partir del estudio sociológico realizado por Theodore Schultz y Gary
Becker.
De acuerdo con el trabajo de estos autores y otros estudios posteriores,
gran parte del crecimiento económico de las sociedades occidentales podía
explicarse si se introducía una variable llamada capital humano, correlacionada
con el nivel de formación especializada que tenían los agentes económicos o
individuos de una sociedad.
Estos trabajos introdujeron en la política económica la noción de
"inversión en capital humano", que supone, en definitiva, una mejora
en la calidad del factor trabajo que puede contribuir al crecimiento económico
por dos vías diferentes, aunque interrelacionadas:
1.
Aumentando
la productividad de los factores productivos.
2.
Impulsando
el progreso técnico y, por tanto, mejorando la eficiencia con la que éstos se combinan
las personas.
La investigación sobre el capital humano empezó con la cuestión de por qué
en las sociedades occidentales los obreros tenían una productividad más alta.
La respuesta parecía ser que se debía a las diversas innovaciones tecnológicas
que se habían llevado a cabo, pues para estos autores la automatización
producida por estas innovaciones tecnológicas en la producción industrial
provocaría un aumento de los puestos de trabajo intelectuales en detrimento de
los puramente físicos, considerados como los de mayor riesgo para el
trabajador.
Capital Humano:
La gestión del capital humano es
un elemento fundamental en el desarrollo de las organizaciones empresariales,
siendo necesaria una visión estratégica de la misma, que permita mejoras en la
competitividad y calidad de los procesos (Valle y Aragón, 2004). En este
sentido, las políticas y acciones formativas constituyen instrumentos
esenciales para ello, en cuanto que moldean la personalidad de los individuos y
desarrollan sus competencias (Andrés, 2005).
Dicha afirmación es aún más importante para el
caso de las sociedades cooperativas, en las que las personas ocupan un papel
fundamental, estableciendo sus objetivos en base a las necesidades y
circunstancias de sus miembros (Divar y Gadea, 2007).
Particular importancia para las organizaciones modernas tiene la formación y desarrollo del capital humano, que se ha convertido en un factor clave, debido a la tendencia del predominio del conocimiento como requisito fundamental para el éxito de estas, lo que exige a su vez del diseño, implementación e implantación de sistemas de gestión que garanticen el desarrollo de los procesos de formación en función del incremento de las competencias.
La función de personal
deja de ser una actividad de organización, control o planificación y se
convierte en una actividad de mediación, integración y coordinación entre los
diferentes niveles de la empresa, así como de escucha, intervención y esfuerzo
para comprender las expectativas, las necesidades y los sentimientos del
personal (De la Calle y Ortiz de Urbina, 2004).
De esta forma, las
organizaciones deben identificar, dotar, mantener y desarrollar a aquellas
personas capaces de generar recursos y capacidades empresariales (Collis y
Montomeri, 1995) que las sitúen en una posición ventajosa frente a sus
competidores.
En otras palabras, los
recursos humanos constituyen un valor intangible fundamental en el crecimiento
económico de las organizaciones, y en la medida en que este valor sea poseído y
controlado por la empresa, aumentará su subsistencia y competitividad. De esta
forma, la formación constituye uno de los instrumentos que permite incrementar
y desarrollar el capital humano, en cuanto que moldea la personalidad de los
individuos, desarrolla sus capacidades intelectuales y les proporciona los
conocimientos y habilidades adecuados (Andrés, 2005). Por todo ello constituye
una necesidad, además de personal, moral y social, también de orden económico.
A continuación,
se muestran algunas definiciones de autores sobre el término “formación”:
Autor
|
Definiciones
|
R. Buckley y Jim
Caple (1991)
|
Formación:
Es un esfuerzo sistemático y planificado por modificar o desarrollar el conocimiento, las técnicas y las actividades a través del aprendizaje, conseguir la actuación adecuada de una actividad o rango de actividades en el mundo es capacitar a un individuo para que pueda realizar convenientemente un trabajo o una tarea dada. |
Del Pozo Delgado
(1997)
|
Formación:
Es el término más usado en la mayoría de las empresas; su uso implica que además de incidir en aspectos técnicos (destrezas y conocimientos) influyen en actitudes, que deben ser compartidas por todos los miembros de la empresa. Trata de mejorar de manera más completa al individuo. |
Fiol (1999)
|
Utiliza el
término formación y enfatiza en la variante de
formación-acción como un proyecto que se utiliza para la realización de trabajo individual o colectivo que los participantes tienen que llevar a cabo en su empresa. Señala entre las características básicas de este proyecto, que se centra en el “saber”, el “saber hacer” y el “saber estar”. |
FORMATUR (2001)
|
Formación y
superación:
El primero abarca la preparación de personas con posibilidades de ocupar posiciones de mando, pero que no ejerzan en la actualidad como tales y que han adoptado modalidades: las realizadas a solicitud de las entidades y las solicitadas por el MINTUR. La superación actúa sobre mandos medios y superiores que requieren completar y ampliar sus conocimientos para ejercer mejor sus funciones o para ocupar puestos superiores. |
Pineda Pilar, A
(2002)
|
Formación:
Conjunto de actividades que tienen por objetivo esencialmente asegurar la adquisición de capacidades prácticas, conocimientos y actitudes necesarias para ocupar un empleo en una profesión, función determinada en un grupo de profesiones en cualquier sector de la actividad económica. |
Vargas Zúñiga
(2007)
|
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Determinados especialistas como
Sikula (1994), MAPESS (2005) y Gólcher (2006) asocian la capacitación con formación
a los trabajadores de base, para contribuir a su desempeño actual y la
formación con desarrollo a los directivos visto como la preparación e
incremento de su potencial futuro. Esta diferenciación en lo relativo a su
contenido, resulta una limitación ya que circunscribe los requerimientos de
formación del personal no directivo a un corto plazo, mientras que cada vez más
se hace necesaria la preparación proactiva de este tipo de personal.
El
actual panorama de cambio conlleva a la creciente importancia del factor humano en los procesos productivos. Cada vez más, las tareas rutinarias y repetitivas quedarán
relegadas a la máquina, y al factor humano se le va a exigir crecientes dosis
de responsabilidad, autonomía, iniciativa, polivalencia y capacidad de
razonamiento (Davis y Taylor, 1972).
Tabla 2: Conceptos de Capital Humano.
Autor
|
Concepto
|
Saint-Onge(1996)
|
Capacidades de los individuos para ofrecer soluciones a los
clientes. |
Bontis(1998)
|
Conocimientos tácitos inherentes a los miembros de la
organización. |
Roos et al.(1998)
|
|
Euroforum (1998)
|
Capacidades, habilidades, experiencias, que permiten a las
personas crear activos tangibles e intangibles, así como los valores de la empresa, la cultura y su filosofía. |
Euroforum (1999)
|
Capacidad de las personas y de los equipos humanos de generar
valor en la organización |
Davenport (2000)
|
Formado por tres elementos: Capacidad de las personas,
comportamiento y esfuerzo. |
Esto implica un adecuado nivel de preparación por parte del trabajador
que de acuerdo con Gil (1998) tiene varios niveles:
- Autonomía
responsable, es decir, que el contenido, estructura y organización de los
trabajos son tales que los individuos y grupos han de tener libertad para
planificar, regular y controlar sus propios entornos.
- Compromiso
e iniciativa, para responder adecuadamente ante situaciones conflictivas,
lo cual a su vez implica formarse continuamente en un amplio repertorio de
respuestas.
- Adaptabilidad,
respondiendo con rapidez a las implantaciones de nuevos procesos y
condiciones, o lo que es lo mismo, una constante autoactualización y
desarrollo profesional.
- Participación,
es decir, integración y vinculación de la mano de obra, tanto en la
comunicación con los diferentes agentes empresariales, como con la propia
organización, especialmente en la planificación de los cambios en el
sistema, de modo que estos puedan ser asumidos hasta sus últimas
implicaciones.
El
proceso de formación y desarrollo de capital humano involucra el aprendizaje,
la adquisición de conocimiento, habilidades y capacidades por parte de los
recursos humanos.
Es de particular importancia para las organizaciones modernas la formación y desarrollo del capital humano, que se ha convertido en un factor clave, debido a la tendencia del predominio del conocimiento como requisito fundamental para el éxito de estas, lo que exige a su vez del diseño, implementación e implantación de sistemas de gestión que garanticen el desarrollo de los procesos de formación en función del incremento de las competencias (de las cuales forma parte el conocimiento) de las personas que se desempeñan en las organizaciones.
Aquellas empresas que sean capaces de modificar sus
hábitos, en cuanto a elección y formación de empleados, aplicación de la Inteligencia Emocional e Inteligencia Espiritual, desarrollo de nuevos paradigmas, nuevas soluciones, salarios, elementos motivacionales y demás características, sólo entonces, podemos
prever que la empresa continuará con su andadura permitiendo así, su crecimiento, su expansión, su productividad y por lo tanto, ampliar así su
rentabilidad y eficiencia.
Conclusiones
En cuanto a los beneficios de la formación de los RR-HH en las empresas,
permiten, entre otros, destacar:
- Logro
de objetivos, medidos en relación a la calidad de producto o servicio y
del aumento de productividad. Aumenta la perspectiva estratégica.
- Aumento
de recursos por una mayor participación en el mercado, el establecimiento
de nuevos mercados y el aumento de la versatilidad del empleado.
- Satisfacción
del cliente, que resulta de la disminución de las quejas, el ajuste de los
tiempos de entrega/atención y la percepción de la imagen de la empresa.
- Mejoras
en los procesos internos, que surgen de la cohesión como grupo, altos
estándares de supervisión, divisiones mínimas entre los departamentos y el
establecimiento de objetivos realistas y tangibles en las distintas áreas.
- Garantizar
una gestión continua de la formación y procesos participativos más
exitosos. Permite mejor adaptabilidad al cambio.
- Evita
rotación de personal y consigue retener los talentos. Motiva cuando no es
impositiva, sino participativa. Garantiza mejor desempeño y la
competitividad organizacional e individual.